En un hecho histórico para Chile, Dorothy Pérez Gutiérrez ha sido ratificada como la primera mujer en asumir el cargo de Contralora General de la República. El Senado ratificó su nombramiento el 4 de noviembre de 2024, con un contundente respaldo de 46 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones. Este evento marca un hito significativo en los 97 años de historia de la Contraloría General, una entidad clave en asegurar la transparencia y eficiencia del aparato estatal chileno.

Un recorrido profesional ejemplar

Pérez es abogada de profesión, egresada de la Universidad de Chile, y su carrera ha estado inmersa en el ámbito del control y fiscalización desde 2004 cuando comenzó su trayectoria en la Contraloría. Inicialmente, trabajó en la División de Vivienda, Urbanismo, Obras Públicas y Transporte, y posteriormente asumió roles de mayor responsabilidad, como Contralora Regional en Magallanes y Valparaíso. Su ascenso por la jerarquía de la institución es prueba de su dedicación y capacidad técnica.

Además de su sólida experiencia en la entidad, Pérez cuenta con dos maestrías: una en Gestión con enfoque en Control de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y otra en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad Adolfo Ibáñez. Estos estudios complementan su formación profesional, dotándola de una visión integral sobre la administración pública y el control fiscal.

Contribución académica e internacional

Contribución académica e internacional

Más allá de su trabajo en la Contraloría, Pérez ha hecho significativas contribuciones en el ámbito académico. Ha impartido cátedras en destacadas universidades chilenas, tales como la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad Adolfo Ibáñez. Su papel como educadora subraya su compromiso con la formación de nuevas generaciones de profesionales en el ámbito del derecho y la administración pública.

En el ámbito internacional, ha destacado su participación en seminarios organizados por entidades como el Banco Mundial, la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS), la Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI), y la Organización de los Estados Americanos (OEA). En estos foros, Pérez ha compartido su conocimiento y experiencia, abogando por la importancia de la transparencia y el control efectivo a nivel global.

Visionaria en el control estatal

Visionaria en el control estatal

Dorothy Pérez asume el liderazgo de la Contraloría con una visión clara y renovadora. Uno de sus objetivos primordiales es consolidar un sistema nacional de control más robusto, que implique una coordinación efectiva entre múltiples instituciones del sector público. Este enfoque busca optimizar el servicio público, con el objetivo de aumentar la confianza ciudadana en las instituciones.

Entre las metas presentadas, destaca la aplicación intensiva de la tecnología y la automatización en los procesos repetitivos. Este enfoque no solo pretende agilizar los tiempos de respuesta y cumplimiento, sino también proporcionar mayor certidumbre y predictibilidad en las acciones de la Contraloría. Pérez enfatiza la necesidad de ofrecer más transparencia, lo que resulta vital para fortalecer la confianza de los ciudadanos en las operaciones del gobierno.

En línea con esta visión, también ha planteado la importancia de la capacitación y desarrollo de competencias dentro de la administración pública, para mejorar la eficiencia y capacidad de respuesta ante los desafíos contemporáneos. Asimismo, aboga por fortalecer los atributos de la institución, garantizando así su adaptabilidad y eficacia frente a las cambiantes demandas del entorno socioeconómico.

El impacto de las innovaciones propuestas

La introducción de tecnologías avanzadas en la estructura de la Contraloría podría significar un cambio radical en la operación del organismo. El uso de inteligencia artificial y otras herramientas digitales facilitaría la identificación de ineficiencias y posibles irregularidades, permitiendo una intervención más oportuna y efectiva. Estos cambios están diseñados no solo para optimizar los procesos internos, sino también para crear un puente de confianza entre los ciudadanos y la administración pública.

En este contexto, la integración de mecanismos de transparencia será crucial. La accesibilidad a información clara y precisa sobre las finanzas y decisiones gubernamentales puede modificar la percepción pública hacia una más positiva, fomentando así un ambiente de mayor participación ciudadana.

En definitiva, el nombramiento de Dorothy Pérez representa no solo un avance en términos de equidad de género en la alta función pública en Chile, sino también una oportunidad para renovar el enfoque del control administrativo y fiscal en el país. Con un liderazgo eficiente y visionario, busca modernizar la institución, respondiendo con eficacia a los retos del siglo XXI y consolidando un sistema público más transparente y confiable.