Abuso sexual: qué es, cómo identificarlo y qué hacer si lo vives o presencias

El abuso sexual, cualquier acto sexual impuesto sin consentimiento libre, informado y voluntario. También conocido como agresión sexual, no siempre implica violencia física: puede ser manipulación, presión, amenazas o aprovecharse de una persona vulnerable. Esto no es solo un delito, es una violación profunda de la dignidad humana, y afecta a hombres, mujeres y niñas/os de todas las edades, clases sociales y contextos.

El violencia de género, un patrón de poder y control que se manifiesta en formas físicas, emocionales y sexuales está muy ligado al abuso sexual. Muchas veces, el agresor no es un extraño, sino alguien cercano: un familiar, pareja, profesor o jefe. Eso hace que sea más difícil denunciar, porque el miedo no es solo al castigo, sino a no ser creído, a perder el apoyo o a ser culpabilizado. El apoyo psicológico, un recurso esencial para quienes sobreviven al abuso no es un lujo: es una necesidad para reconstruir la confianza, la identidad y la seguridad personal. Y el denuncia, el primer paso concreto para romper el silencio y activar protección legal no tiene que ser perfecta ni inmediata. Lo importante es que se haga, y que quien lo vive sepa que no está solo.

En Chile, hay organizaciones y líneas de ayuda que funcionan 24/7, con personal capacitado para escuchar sin juzgar. No necesitas tener pruebas contundentes para pedir ayuda. Tampoco necesitas entender todo lo que te pasó para empezar a sanar. Lo que sí necesitas es saber que lo que te hicieron no fue tu culpa, y que hay gente dispuesta a acompañarte. En esta colección de notas, encontrarás historias reales, guías prácticas sobre cómo denunciar, testimonios de quienes salieron adelante, y datos sobre los recursos disponibles en tu región. No estás en esto solo. Aquí hay información que puede ayudarte, o a alguien que conoces, a dar el primer paso.