Angélica Sepúlveda, periodista chilena reconocida por su trabajo en TVN y su estilo directo y cercano al público. También conocida como la periodista de los grandes reportajes, fue una de las figuras más confiables en la televisión nacional durante décadas, especialmente en programas como 24 Horas y Informe Especial. Su presencia no era solo informativa: era autoridad. Cuando hablaba, la gente se sentaba a escuchar. No usaba palabras complicadas, pero sí verdad. Y eso, en un mundo donde el ruido supera a la información, es lo que la hizo única.
Angélica Sepúlveda no solo daba noticias, periodismo chileno, el estilo de reportaje serio, profundo y con raíces en la realidad nacional lo vivía. Sus reportajes sobre derechos humanos, desigualdad y poder no eran solo segmentos de televisión: eran documentos de la historia reciente de Chile. Ella fue quien llevó las voces de los que nadie escuchaba a las salas de estar de todo el país. Y lo hizo sin dramatizar, sin exagerar, con la calma de quien sabe que lo importante no es lo que se dice, sino lo que se entiende.
El medios de comunicación, el sistema que distribuye información a la población, desde la prensa escrita hasta la televisión ha cambiado mucho desde que ella estuvo en el aire. Hoy hay influencers, algoritmos y noticias que duran minutos. Pero Angélica dejó un modelo: el de la responsabilidad. No importa si eres del sur, del norte, de La Florida o de Valparaíso: si ella lo contaba, lo tomabas en serio. Y eso sigue siendo relevante. Porque en un mundo donde todo se duda, la credibilidad es el bien más escaso.
En esta colección, encontrarás reportajes, menciones y contextos que giran en torno a su legado. No son solo artículos sobre ella: son testimonios de cómo una periodista logró que Chile se detuviera a pensar. Algunos hablan de sus entrevistas históricas, otros de su estilo de trabajo, otros de cómo influyó en generaciones de comunicadores. No hay glamour aquí. Solo hechos. Solo voces. Solo lo que importa.
ago, 12 2024