La Argentina Sub 15, la selección juvenil de fútbol que representa a Argentina en categorías menores de 15 años. También conocida como Selección Argentina Juvenil, es el primer paso clave en la cadena de desarrollo de talentos que luego llega a la selección mayor. Este equipo no solo entrena para ganar torneos, sino para construir futbolistas con identidad, disciplina y valores. Desde 2018, la AFA, la asociación que dirige el fútbol en Argentina ha revolucionado su enfoque con herramientas como la tarjeta verde, un sistema que premia la deportividad en partidos juveniles, no solo el resultado. No es un simple gesto: es una filosofía. En el Mundial Sub-20 de Chile 2025, esta idea se probó en la práctica y ya se extiende a otras categorías. La Argentina Sub 15 es donde se prueba si el fútbol argentino sigue siendo el de la pasión, o si también está aprendiendo a ser el de la ética.
Lo que pasa en esta categoría no se queda en los entrenamientos de Ezeiza. Los jugadores de la Argentina Sub 15 son observados por scouts de Europa, América del Sur y hasta Asia. Los partidos contra Brasil, Uruguay o Paraguay no son solo amistosos: son pruebas de fuego. Y no solo por el resultado. Cada pase, cada desmarque, cada gesto de respeto ante un rival se analiza. ¿Por qué? Porque el fútbol juvenil ya no es solo sobre talento. Es sobre inteligencia emocional, toma de decisiones bajo presión y cómo manejas la derrota. La AFA sabe esto. Por eso, más allá de los entrenadores, hay psicólogos, nutricionistas y analistas de rendimiento trabajando con estos chicos. No es un equipo que juega para ganar este año. Es un equipo que juega para construir campeones de la próxima década.
En esta colección de artículos, encontrarás lo que realmente importa: detalles reales de partidos, nombres de jóvenes que podrían ser la próxima estrella, cómo la tarjeta verde está cambiando la mentalidad en las canchas, y qué pasa cuando un jugador de la Sub 15 salta a la categoría superior. También verás cómo la selección se prepara para torneos internacionales, qué errores se corrigieron, y qué jugadores están llamados a brillar. No hay florituras. Solo lo que importa: quién está jugando, cómo está jugando, y por qué eso sí importa para el futuro del fútbol argentino.