Crítica gubernamental, la expresión pública de desacuerdo con las decisiones o acciones del gobierno. Es lo que pasa cuando alguien dice: "Esto no funciona" y lo dice en voz alta, con pruebas, en un medio, en una plaza, o en el Congreso. No es odio. No es chisme. Es crítica gubernamental como herramienta de democracia viva. En Chile, donde las expectativas sobre el Estado son altas y los errores se sienten rápido, esta crítica no es opcional: es necesaria. Sin ella, los errores se acumulan, las promesas se olvidan y la confianza se desmorona.
La crítica no viene solo de la oposición política. Viene de los ciudadanos que exigen respuestas, de periodistas que investigan, de sindicatos que denuncian, y hasta de funcionarios internos que se atreven a hablar. En 2025, vimos cómo la denuncia por delito informático contra la directora de Sernameg Bío Bío no fue solo un caso de corrupción: fue una crítica estructural a la gestión pública. O cuando las 193 familias de la toma Dignidad en La Florida fueron desalojadas, la crítica no se quedó en redes sociales: se convirtió en pregunta pública: ¿dónde están los subsidios prometidos? La crítica no espera permiso. Ella surge cuando el sistema falla.
Y no siempre es ruidosa. A veces es silenciosa: cuando los fondos de pensiones se transfieren masivamente entre AFPs, es una crítica al sistema de retiro. Cuando los jóvenes de Lima protestan con símbolos de anime contra una reforma de pensiones, es una crítica generacional. Cuando Arturo Vidal apoya a un nuevo técnico en Colo Colo, también es crítica: "Aquí se necesita cambio, y lo queremos bien hecho". La crítica gubernamental no es solo contra el gobierno: es por una mejor forma de gobernar.
En esta colección, no encontrarás solo opiniones. Encontrarás hechos, denuncias, reacciones y consecuencias reales. Desde la presión sobre Javier Milei tras su concierto de rock hasta la presión sobre la presidenta Boluarte por sus reformas. Desde el desalojo en La Florida hasta la investigación por falsificación de pruebas. Todo esto forma parte del mismo tejido: la crítica que no se calla. Lo que sigue no es solo noticias. Son señales de que el sistema sigue vivo, y que la ciudadanía no deja de exigir más.