Un Cuadrangular, un torneo de fútbol donde cuatro equipos se enfrentan en una fase circular para definir clasificaciones o campeones. Es una estructura que ha sido parte fundamental del fútbol sudamericano desde los años 80, y que hoy sigue siendo clave en ligas como la Liga BetPlay. No es solo un formato de partidos: es un escenario donde se definen emociones, crisis deportivas y renacimientos. Cuando América de Cali suma ocho partidos sin ganar, o cuando Universidad de Chile vuelve a las semifinales de la Copa Sudamericana tras 14 años, muchas veces ese camino pasa por un cuadrangular que lo cambia todo.
Estos torneos no son solo para clubes grandes. En Chile, Colombia o Perú, los cuadrangulares también deciden quién se queda en la categoría, quién sube, y quién se queda fuera. Son el terreno donde se juegan los últimos minutos de temporada, donde los entrenadores ponen a prueba sus tácticas, y donde los hinchas viven momentos de tensión que no se repiten en partidos individuales. La Copa Sudamericana, una competencia continental donde los cuadrangulares son fase previa a los octavos, ha visto cómo equipos como Lanús o Alianza Lima se juegan su futuro en estos formatos. Y en la Liga BetPlay, la principal liga profesional de Colombia, donde los cuadrangulares definen los clasificados a torneos internacionales, cada punto cuenta como una victoria en una guerra de tres meses.
Lo que hace único a un cuadrangular es su impredecibilidad. No hay margen para errores. Un empate puede costar un título. Una derrota puede mandar a un equipo a la lucha por la permanencia. Por eso, cuando Arturo Vidal apoya a Fernando Ortiz en Colo Colo, o cuando Patricio Yáñez critica la violencia en los partidos de la Copa Sudamericana, estamos hablando de lo mismo: el peso de los cuadrangulares en la cultura del fútbol. No son solo partidos. Son decisiones que se toman en el campo, pero que se sienten en las calles, en los hogares y en los despachos de los directivos.
Lo que encontrarás aquí no son solo resultados. Son historias detrás de cada partido, de cada gol, de cada polémica que nace en estos torneos. Desde el regreso de Universidad de Chile a las semifinales, hasta la crisis de América de Cali, pasando por las decisiones que marcan el rumbo de ligas enteras. Aquí no se repite lo mismo: cada cuadrangular tiene su propia historia, su propia tensión, su propia final.