Los descuentos, reducciones en el precio de bienes o servicios que buscan incentivar la compra. Also known as ofertas, they are a daily part of shopping in Chile, from supermarkets to online stores and even public transport passes. Pero no todos los descuentos son lo que parecen. Algunos son reales, otros solo cambian el número en la etiqueta. En Chile, donde el costo de vida aprieta, saber diferenciar un buen descuento de una ilusión puede marcar la diferencia entre ahorrar y gastar más de lo necesario.
Detrás de cada promoción, una estrategia comercial que combina precio, tiempo y percepción para impulsar ventas hay una lógica. Las tiendas usan descuentos para mover inventario, atraer clientes o limpiar stock viejo. En el Metro de Santiago, por ejemplo, extender horarios para conciertos no es solo por generosidad: es un descuento implícito en el transporte que te invita a ir. En el caso de Aguas Andinas, el corte de agua no es un descuento, pero sí una advertencia: cuando hay mantenimiento, los servicios pueden verse afectados, y eso también influye en tu presupuesto. Los descuentos en productos de consumo no siempre vienen en forma de etiquetas rojas; a veces vienen en forma de tiempo ahorrado, como cuando el Metro se queda abierto más tarde y evitas pagar un taxi.
Y no solo se trata de comprar. También hay descuentos en servicios públicos, en educación, en salud. En Chile, las AFP han visto un repunte en las transferencias entre fondos, lo que significa que mucha gente está reevaluando sus ahorros, buscando mejores condiciones. Eso también es un tipo de descuento: el de una mejor rentabilidad. La tarjeta verde en el fútbol juvenil, aunque no es un descuento monetario, es una forma de recompensar el juego limpio, y eso también reduce costos a largo plazo: menos sanciones, menos conflictos, más deportividad. En el caso de las cámaras de IA en Sky Costanera, no hay un descuento en tu factura, pero sí una reducción de riesgo, y eso también vale dinero.
Lo que ves en las pantallas, en las tiendas, en los anuncios, no siempre es lo que obtienes. Algunos descuentos son reales, otros son trampas de psicología. Pero cuando sabes cómo funcionan —y qué casos reales los rodean—, empiezas a ver más allá del precio. En esta colección, encontrarás historias reales de descuentos que impactaron vidas: desde los que salvan dinero en el día a día hasta los que cambian el rumbo de una empresa o una ciudad. No se trata solo de gastar menos. Se trata de entender por qué se ofrece, quién gana, y si realmente vale la pena.