Los deseos, anhelos profundos que impulsan acciones humanas, desde lo individual hasta lo colectivo. También conocidos como aspiraciones, son lo que hace que una persona se levante cada mañana, que un equipo luche por un título, o que una comunidad exija justicia. No son solo sueños vagos: son fuerzas concretas que mueven fichas en el fútbol, deciden votos en elecciones, y hasta cambian leyes. En Chile, los deseos no se quedan en el papel. Se ven en el Metro de Santiago extendiendo sus horarios para que miles lleguen a un concierto de Kendrick Lamar, o en los jóvenes de Lima que protestan con símbolos de anime por una reforma de pensiones que les afecta directamente.
Los metas personales, objetivos claros que dan dirección a los deseos. También llamados propósitos, son lo que transforma un anhelo en acción. Arturo Vidal quiere volver a ganar con Colo Colo, y su deseo se convierte en una estrategia de entrenamiento, en una comunicación abierta con el nuevo técnico, en una promesa a la afición. María Corina Machado no solo desea democracia: la persigue con el Nobel de la Paz como bandera, y su deseo se convierte en presión internacional. Y cuando una familia en La Florida lucha por no ser desalojada de la toma Dignidad, su deseo no es solo tener techo: es dignidad, seguridad, y un futuro sin incertidumbre.
Los cambios sociales, transformaciones colectivas que nacen de deseos compartidos. Aparecen cuando miles sienten lo mismo: ya sea por una tarjeta verde que premia la deportividad en juveniles, o por un corte de agua que une a Recoleta, Pedro Aguirre Cerda y Macul en una misma queja. Estos cambios no llegan por arte de magia. Se construyen con protestas, con arte que llega al Metro en forma de Canto a lo Poeta, con cámaras de IA en el Sky Costanera que protegen bosques, o con una telenovela como Los Casablanca que revela secretos que resuenan en miles de hogares. Los deseos no son pasajeros. Se vuelven historia cuando alguien los persigue con fuerza, y cuando otros los acompañan.
Lo que encontrarás aquí no son solo titulares. Son historias reales de personas que no se quedaron con un "ojalá". Son los que ganaron, los que perdieron, los que lucharon, y los que cambiaron las reglas. Desde un primo que llega a una final de tenis en Shanghai hasta una mujer que se convierte en la protagonista de una serie de Netflix por un crimen real: todos empezaron con un deseo. Y ahora, tú lo ves en acción.
nov, 12 2024