Escuelas chilenas: qué pasa hoy en la educación nacional

Las escuelas chilenas, instituciones públicas y privadas que educan a millones de niños y jóvenes en todo el país. También conocidas como centros educativos básicos, son el corazón de la sociedad chilena, donde se forman las futuras generaciones. Pero hoy, muchas de ellas no solo enseñan lectura y matemáticas: están lidiando con sobrecarga de trabajo, falta de recursos, y una brecha que separa a las escuelas de las zonas ricas de las de los barrios populares.

El ministerio de educación, la entidad encargada de definir políticas, financiamiento y estándares para toda la educación escolar en Chile ha lanzado varias reformas en los últimos años, pero los profesores siguen diciendo que no llegan a tiempo ni con lo necesario. En Santiago, en La Florida o en Valparaíso, los docentes hacen horas extras para compensar lo que el sistema no da: materiales, apoyo psicológico, incluso comida para los estudiantes que llegan con hambre. Y no es un problema de unos pocos: es sistemático. Mientras tanto, los estudiantes chilenos, niños y adolescentes que pasan más de 30 horas a la semana en aulas, con tareas y evaluaciones que no siempre reflejan su realidad enfrentan presión académica, ansiedad y, en muchos casos, desmotivación. Algunos estudios muestran que más de la mitad de los chilenos entre 15 y 17 años sienten que lo que aprenden en la escuela no tiene relación con lo que necesitan en la vida real.

La verdad es que no hay una sola escuela chilena. Hay una que está en un edificio nuevo con internet de alta velocidad y laboratorios de ciencias, y otra que tiene paredes agrietadas, sin agua potable y con 40 niños por curso. Y entre medias, hay cientos de realidades distintas. Lo que sí tienen en común es que nadie las escucha del todo. Los padres gritan, los profesores se cansan, y los políticos prometen cambios que nunca llegan. Pero algo sí se mueve: cada vez más familias exigen más, y más jóvenes empiezan a cuestionar qué están aprendiendo y por qué.

En esta recopilación, encontrarás historias reales de lo que pasa dentro de las aulas: desde la lucha por mantener una biblioteca hasta cómo un profesor logró cambiar la vida de un grupo de estudiantes con solo escucharlos. Verás cómo las escuelas chilenas responden a crisis, cómo se reinventan con poco, y qué tan cerca o lejos están de cumplir su verdadera misión: educar con igualdad. No son solo noticias. Son vidas que se construyen cada día, entre pizarrones y silencios.

El Ministerio de Culturas, Artes y Patrimonio ha abierto la segunda convocatoria del Fondo de Fomento al Arte en la Educación para 2025, dirigida a escuelas y liceos artísticos del sistema educativo formal en Chile. El objetivo es promover la integración de las artes en el currículo escolar, fomentando la creatividad, innovación y diversidad cultural, mientras se asegura el acceso equitativo a la educación artística.