Un fallecimiento, la muerte de una persona, especialmente cuando tiene impacto público o social. Also known as muerte, it is not just a biological event—it’s a moment that reshapes families, communities, and sometimes even national conversations. En Chile, un fallecimiento no siempre es un hecho privado. Cuando una figura pública, un vecino conocido, o incluso una víctima de una tragedia colectiva deja de existir, el país entero lo siente. No es solo el silencio que queda, sino las preguntas que siguen: ¿por qué murió? ¿Quién lo cuidó? ¿Qué pasa ahora con su familia?
El duelo, el proceso emocional que vive una persona tras la pérdida de alguien cercano no sigue un calendario. Algunos lo viven en silencio, otros lo expresan en redes, en velatorios, o en las calles. En ciudades como Santiago o Valparaíso, los fallecimientos de personas comunes —como los que ocurren en tomas sociales o por negligencia en viviendas precarias— generan movilizaciones. Y cuando se trata de figuras públicas, como artistas, deportistas o líderes sociales, el luto, la expresión colectiva de tristeza tras una muerte significativa se vuelve visible: flores en las puertas, minutos de silencio en los estadios, mensajes de miles. El funeral, la ceremonia que marca el último adiós a una persona fallecida ya no es solo un rito religioso. Hoy es un acto político, una declaración de identidad, o un espacio para pedir justicia.
Lo que ves en las noticias no es solo el nombre de alguien que se fue. Es el reflejo de un sistema: la salud pública que falló, la violencia que no se detuvo, el abandono que terminó en una caja de cartón. En Chile, un fallecimiento puede ser el resultado de un accidente, de una enfermedad sin tratamiento, o de una decisión política que no llegó a tiempo. Por eso, cuando lees sobre un fallecimiento aquí, no solo estás enterándote de una muerte. Estás viendo el costo de lo que no se hizo antes.
Lo que encontrarás en esta lista no son solo titulares tristes. Son historias reales: el fallecimiento de un jugador que dejó huella, el de una mujer que luchó por derechos, el de un trabajador que murió en su puesto. Cada uno de ellos cuenta algo más que una fecha de muerte. Te cuentan quiénes eran, qué dejaron, y qué sigue sin resolverse.