Los incentivos, estímulos diseñados para motivar comportamientos específicos en personas o grupos. También conocidos como recompensas, son lo que hace que alguien se esfuerce más, cambie de opinión o se mueva cuando no lo haría por obligación. No son solo dinero. Pueden ser reconocimiento, oportunidades, ventajas deportivas o incluso una tarjeta verde que premia el fair play en un partido juvenil. En Chile, los incentivos están en todos lados: desde el fútbol hasta las AFP, y hasta en cómo se manejan los desastres naturales.
En el fútbol, por ejemplo, la tarjeta verde, un sistema de reconocimiento por conducta deportiva introducido por la AFA y ahora probado por la FIFA en el Sub-20 Chile 2025. También conocido como premio a la deportividad, no da puntos, pero sí cambia la mentalidad de los jugadores jóvenes. Mientras tanto, en las transferencias de fondos de pensiones, el movimiento de dinero entre AFP que ha alcanzado niveles récord desde 2023. También llamado migración de fondos, es un incentivo directo que los chilenos usan para buscar mejores rendimientos o servicios. No es casualidad que cuando una AFP mejora su app o reduce comisiones, la gente se cambia. Eso es un incentivo claro: tú eliges, ellos responden.
Y no solo en economía o deporte. En la política, los incentivos también mueven montañas. Cuando el gobierno ofrece subsidios para evitar un desalojo, como en La Florida, pero no los entrega, el incentivo se convierte en desconfianza. En cambio, cuando un club como Colo Colo contrata a un técnico nuevo y su capitán, Arturo Vidal, lo apoya públicamente, el incentivo es la unidad. El deporte no se gana solo con talento, se gana con motivación. Y la motivación, en la vida real, siempre tiene un nombre: incentivo.
Lo que encontrarás aquí no son solo noticias sueltas. Son historias reales de cómo los incentivos —en sus formas más simples y más complejas— deciden quién gana, quién se mueve, quién se queda y quién cambia. Desde el estadio hasta la oficina de la AFP, desde la tarjeta verde hasta el desalojo que no se resuelve, todo gira en torno a lo que mueve a la gente. Y eso, en Chile, es más importante de lo que parece.