La presidencia, el cargo más alto del poder ejecutivo en Chile, encargado de dirigir el país, aplicar leyes y representar a la nación. También conocida como la Jefatura del Estado, es la institución que decide qué pasa con el dinero público, la seguridad, la educación y hasta el agua que sale de tu grifo. No es solo un título. Es quien firma los decretos que cambian tu día a día, quien nombra a los ministros que manejan la salud, la economía y la justicia, y quien responde cuando hay una crisis, ya sea un terremoto, una huelga o una protesta masiva.
La presidencia, la institución que lidera el gobierno chileno desde el Palacio de La Moneda no actúa sola. Trabaja con el poder ejecutivo, el conjunto de ministerios y organismos que implementan las políticas del presidente, y depende de la aprobación del Congreso, el órgano legislativo que hace las leyes y controla al gobierno. Cuando un presidente anuncia una reforma, como la de pensiones o la de salud, no la puede hacer solo. Necesita el apoyo de los diputados y senadores. Eso es lo que hace tan importante la presidencia: no es un trono, es un punto de encuentro entre el pueblo, la política y el poder real.
En Chile, la presidencia ha estado en el centro de los cambios más fuertes de las últimas décadas. Desde las protestas de 2019 hasta los intentos de nueva constitución, siempre fue el presidente quien tuvo que responder. Y cuando se habla de desalojos en La Florida, cortes de agua en Macul, o protestas de la Generación Z en Lima, detrás de cada decisión hay un equipo de la presidencia que lo aprobó, lo ignoró o lo retrasó. La presidencia no es algo lejano. Es lo que define si tu ciudad tiene más policías, si tu colegio recibe más recursos, o si tu pensión se mantiene.
Lo que encontrarás aquí no son solo titulares. Son historias reales que muestran cómo la presidencia afecta a personas, ciudades y países. Desde cómo Javier Milei usa un concierto de rock para reactivar su campaña, hasta cómo Dina Boluarte enfrenta a millones de jóvenes en Perú, o cómo las decisiones de La Moneda impactan en la vida de 193 familias desalojadas. No se trata de política abstracta. Se trata de quién tiene el poder para decir sí o no, y qué significa eso para ti.