producción, el proceso de crear contenido visual, audio o cultural desde la idea hasta la entrega final. También conocida como creación de contenido, es lo que hace posible que veas un partido en vivo, una serie chilena o un concierto de rock en streaming. Sin producción, no hay noticias, no hay deporte, no hay historias que te conecten con lo que pasa. Es la maquinaria invisible que mueve todo: desde el Metro de Santiago extendiendo sus horarios para un concierto de Kendrick Lamar, hasta la filmación de La viuda negra en Patraix, donde Ivana Baquero se sumergió en un rol psicológico que requirió meses de preparación. O cuando la AFA inventó la tarjeta verde para premiar la deportividad en juveniles, y la FIFA la probó en el Sub-20 Chile 2025. Eso no fue magia: fue producción organizada, con reglas, presupuestos y equipos detrás.
La producción no es solo lo que ves en pantalla. Es el equipo que instaló cámaras con IA en el Sky Costanera para prevenir incendios, o los que lograron que el Canto a lo Poeta llegara al Metro de Santiago con libros y décimas en vivo. Es lo que permitió que Colo Colo Femenino transmitiera su partido 3-0 por YouTube, o que Senapred hiciera un megasimulacro de tsunami en Valparaíso con cientos de personas movilizadas en horas. Incluso detrás de una transferencia como la de Gleyfer Medina a Atlético Bucaramanga, hay productores, agentes, abogados y logísticos que arman el deal antes de que se anuncie. La producción es lo que convierte un rumor en hecho, un partido en evento, y una tradición como la Feria de Santos en Potes en atractivo turístico.
Lo que encontrarás aquí no son solo titulares. Son historias de cómo se hacen las cosas: quién las financia, quién las graba, quién las organiza. Desde la producción de un concierto de Javier Milei en Movistar Arena hasta la logística de un corte de agua en Macul, pasando por la edición de una serie como Los Casablanca, donde cuatro secretos cambiaron el rumbo de la trama. Todo esto es producción: práctica, real, con presión, con errores, con resultados. Y si quieres entender lo que pasa en Chile —y en el mundo—, tienes que entender cómo se hace lo que ves. Aquí está todo eso, sin filtros, sin relleno. Solo lo que importa.