récord, un logro que supera lo anteriormente alcanzado y se convierte en el nuevo estándar. También conocido como marca histórica, un récord es lo que deja a la gente sin palabras: cuando alguien hace algo que nadie más había hecho antes, y lo hace tan bien que no se puede ignorar. No es solo una cifra. Es una historia. Un momento que se graba en la memoria colectiva. Ya sea en el fútbol, la política, la música o la tecnología, un récord no se rompe por casualidad. Se construye con esfuerzo, riesgo y a veces, con una buena dosis de polémica.
En Chile, los transferencias récord de fondos de pensiones, movimientos masivos de dinero entre AFP que reflejan el descontento y la búsqueda de mejores opciones por parte de los ahorradores se convirtieron en un récord de otra índole: el de la movilidad ciudadana. No fue un jugador que cambió de equipo, sino miles de personas que decidieron cambiar de administradora. Y eso, en un sistema tan rígido como el de las AFP, es tan impactante como un gol en el último minuto. Al mismo tiempo, en el deporte, el récord histórico, la primera vez que primos llegan a una final de Masters 1000 de tenis con Rinderknech y Vacherot en Shanghai marcó un hito que nadie esperaba. Familiares compitiendo al más alto nivel, no como rivales, sino como compañeros de viaje en una hazaña sin precedentes.
Los récords no siempre son positivos. A veces son denuncias: como la que enfrentó a la directora de Sernameg Bío Bío por un delito informático, el uso ilegal de datos para manipular pruebas y afectar procesos administrativos. O cuando una toma de vivienda afecta a 193 familias, y el desalojo se convierte en un récord de tensión social. Pero también están los récords culturales: cuando el Canto a lo Poeta, una tradición oral chilena que lleva siglos viva en las plazas y los caminos se llevó al Metro de Santiago y llenó estaciones de versos en décimas, se rompió otro tipo de récord: el de la visibilidad de lo popular. No se trató de un récord de ventas, sino de presencia. De dignidad.
Lo que encontrarás aquí no son solo titulares. Son los momentos en que algo cambió para siempre. Los récords que nadie vio venir, los que generaron debates, los que movieron dinero, opiniones, vidas. Desde el Nobel de la Paz para María Corina Machado hasta el concierto de rock de Javier Milei que reactivó una campaña política con guitarra y micrófono. Todo esto, y más, está aquí. Porque un récord no se mide solo en números. Se mide en impacto. Y en esta colección, cada historia tiene su peso.