La restricción vehicular, una medida de control de tráfico implementada en ciudades chilenas para reducir la contaminación y aliviar el congestionamiento. También conocida como hoja de ruta ambiental, es una regla que prohíbe circular a ciertos vehículos según el último dígito de su patente en días específicos. En Santiago, por ejemplo, esto no es solo un trámite burocrático: es algo que cambia tu rutina si usas el auto todos los días. No es algo que solo afecta a los que viven en la capital, sino también a quienes viajan desde comunas como La Florida, Macul o Recoleta, donde los cortes de agua, eventos masivos o simulacros de desastres pueden coincidir con días de restricción y multiplicar el caos.
La Metro de Santiago, el sistema de transporte público más usado en el país, que se adapta a eventos como conciertos o emergencias suele extender sus horarios cuando hay festivales o partidos importantes —como el de Kendrick Lamar en el Monumental—, pero eso no significa que la restricción vehicular se suspenda. Tienes que elegir: ¿usas el metro, te organizas con el carro de alguien, o te quedas en casa? Y si vives en Valparaíso, donde el Senapred, la agencia encargada de prevenir y gestionar desastres naturales hizo un megasimulacro de terremoto y tsunami, sabes que una restricción vehicular en medio de una emergencia puede ser un factor de riesgo, no de alivio.
Lo que ves en las noticias no es solo una regla de tránsito. Es un reflejo de cómo Chile maneja la movilidad, la contaminación y la planificación urbana. En 2025, con más de 100 mil vehículos en Santiago bajo restricción cada día, y con comunas como La Florida enfrentando desalojos por riesgos de aluvión, la pregunta ya no es si la restricción funciona, sino cómo se puede hacer más justa, más predecible y más útil para quienes dependen del auto para trabajar, llevar a sus hijos al colegio o llegar al hospital.
En esta colección encontrarás noticias reales que muestran cómo la restricción vehicular se entrelaza con otros temas de tu vida cotidiana: desde cortes de agua en Macul hasta la ampliación de horarios del metro por un concierto, pasando por simulacros de emergencia y decisiones municipales que afectan directamente tu movilidad. No es solo sobre patentes y días pares e impares. Es sobre cómo vives, te mueves y sobrevives en una ciudad que cambia cada día.