El Río Quisco, un curso de agua que atraviesa la comuna de La Florida en la Región Metropolitana de Chile, conocido por su vulnerabilidad a aluviones y su impacto en barrios populares no es solo un río. Es una línea de vida y de peligro para miles de familias. En años recientes, ha estado en el centro de decisiones de emergencia, desalojos y promesas incumplidas de infraestructura. Cuando llueve fuerte, este río deja de ser un detalle geográfico y se convierte en una amenaza real: sus riberas se desbordan, arrasan con viviendas y obligan a evacuar a comunidades enteras. No es un fenómeno aislado. Es el resultado de décadas de urbanización sin planificación, de zonas de riesgo ignoradas y de soluciones que nunca llegan a tiempo.
Lo que pasa en el Río Quisco se conecta directamente con lo que ocurre en otras partes de la ciudad. Cuando la Municipalidad de La Florida ordena un desalojo, como en la toma Dignidad, no lo hace por capricho. Lo hace porque el río, junto con la Quebrada de Macul, forma una red hidrológica que puede volverse mortal. Y cuando Senapred hace simulacros de tsunami o terremoto en Valparaíso, también recuerda que en zonas como La Florida, el agua no solo viene del mar: también baja desde las laderas, por cauces como este. El Río Quisco no es un tema de medio ambiente solo para expertos. Es un tema de seguridad pública, de derechos humanos y de justicia territorial. Aquí no se habla de conservación de ecosistemas en abstracto. Se habla de 193 familias que perdieron sus casas, de subsidios que no llegan, de Carabineros que cumplen órdenes y de vecinos que se organizan para no quedarse sin nada.
Si buscas entender por qué ciertos barrios siempre están en el centro de las noticias, por qué hay tantos desalojos en La Florida o por qué la infraestructura urbana parece ignorar lo evidente, el Río Quisco es la clave. En esta colección encontrarás reportajes sobre los desalojos, las alertas de riesgo, las promesas de las autoridades y las voces de quienes viven a su vera. No hay teorías abstractas. Solo hechos reales, gente afectada y decisiones que marcan la diferencia entre vivir o no vivir. Lo que ves aquí no es solo un río. Es el reflejo de lo que pasa cuando el poder no escucha hasta que ya es tarde.