secretos, información oculta o no revelada que cambia la forma en que entendemos los eventos públicos. También conocidos como datos ocultos, estos son los elementos que los medios no muestran, pero que los protagonistas sí saben. En Chile y Latinoamérica, los secretos no son solo rumores: son decisiones que mueven ligas, gobiernos y empresas. Desde el fichaje de un jugador que nadie esperaba hasta una acusación de fraude digital que sacude una institución pública, los secretos siempre están ahí, esperando ser descubiertos.
Un delito informático, un crimen digital que involucra el acceso ilegal, manipulación o destrucción de datos. También conocido como ciberdelito, este tipo de acción no es cosa de películas: lo vimos en Talcahuano, cuando una directora de Sernameg fue acusada de falsificar pruebas digitales. Ese no fue un error técnico, fue un secreto que se volvió prueba. Y en el fútbol, los transferencias, movimientos ocultos de jugadores entre clubes que se negocian antes de ser anunciados. También conocido como negociaciones privadas, son el motor de los equipos. Gleyfer Medina no llegó a Atlético Bucaramanga por casualidad: hubo meses de conversaciones en silencio, mientras los hinchas creían que el club no tenía presupuesto. Mientras tanto, en Venezuela, el Nobel de la Paz, el premio más prestigioso del mundo por la defensa de los derechos humanos y la paz. También conocido como Premio Nobel de la Paz, no se entrega por simpatía: se da cuando una persona desafía el poder sin violencia. María Corina Machado lo ganó porque su lucha silenciosa, sin armas, logró que el mundo volviera a mirar a Venezuela. Y en Valparaíso, el simulacro, una práctica de emergencia que replica un desastre real para probar la preparación de la comunidad. También conocido como ejercicio de respuesta, no es un ensayo teórico: es una prueba real de quién está listo y quién no. Senapred lo hizo con terremoto y tsunami, y descubrió que muchas comunidades aún no saben qué hacer cuando el suelo se mueve.
Estos no son solo hechos aislados. Son piezas de un mismo rompecabezas: los secretos que los poderosos intentan ocultar, pero que la gente descubre. Aquí encontrarás historias reales de quién ganó, quién perdió, y quién fue traicionado. No hay ficción. Solo lo que realmente ocurrió, detrás de las pantallas, en las salas de reunión, en los mensajes borrados. Lo que sigue no es una lista de noticias. Es una colección de verdades que nadie te contó, pero que tú mereces saber.