El Squid Game, una serie de televisión coreana que mezcla juegos infantiles con supervivencia extrema. También conocida como Juego del Calamar, se convirtió en el mayor éxito de Netflix en la historia, superando a cualquier otra producción en millones de vistas. No es solo entretenimiento: es un espejo distorsionado de la desigualdad, la pobreza y el sistema que nos empuja a competir hasta el límite.
Lo que empezó como una apuesta arriesgada de un creador desconocido, Hwang Dong-hyuk, se convirtió en un fenómeno cultural. La serie no necesita efectos especiales ni superhéroes: solo juegos que todos conocemos de la infancia —como el de la mariposa o el de la calle—, pero con una regla brutal: pierdes, mueres. Y detrás de esos juegos hay personas reales: deudores, desempleados, migrantes, que aceptan el riesgo por un premio de 45.600 millones de wones. Esa es la clave: no es ficción, es una metáfora de lo que muchos viven todos los días.
Porque no se quedó en la pantalla. El Squid Game apareció en protestas sociales, en campañas políticas, en tiendas de ropa, en memes que circulan por WhatsApp. Las máscaras de los guardias se volvieron símbolos de opresión. Los jugadores, de distintas edades y trasfondos, representan a quienes el sistema deja atrás. Y el hecho de que se rodara en Corea del Sur, un país con una de las mayores brechas de riqueza del mundo, le da un peso real que trasciende el entretenimiento.
Lo que hace única a esta serie es que no te deja indiferente. Te hace preguntarte: ¿qué harías tú en su lugar? ¿Cuánto estarías dispuesto a sacrificar por una segunda oportunidad? Y eso es lo que la convierte en algo más que una temporada de televisión: en una conversación global sobre justicia, desesperación y lo que realmente vale la pena luchar por conseguir.
En esta recopilación, encontrarás noticias que van desde cómo el éxito de Squid Game impactó en la industria del entretenimiento, hasta cómo sus símbolos aparecieron en protestas, campañas y hasta en el fútbol. No es solo una serie: es un reflejo de nuestro tiempo. Y lo que sigue aquí es lo que el mundo dijo sobre ella.