El Teletón, una maratón benéfica anual en Chile que reúne a la sociedad para recaudar fondos en favor de niños con discapacidad. También conocido como Solidaridad, es más que un evento televisivo: es un acto colectivo de empatía que se repite cada año con la misma fuerza, sin importar el clima político o económico. En 2024, el Teletón volvió a demostrar que cuando Chile se une, nada es imposible. Desde las 17 horas del viernes hasta la madrugada del sábado, las pantallas se llenaron de risas, lágrimas y canciones, pero sobre todo, de acciones concretas: donaciones, voluntarios, y familias que por primera vez se atrevieron a decir: "aquí estoy".
Lo que hizo diferente al Teletón 2024 fue la profundidad de las historias. No solo se vieron niños con prótesis aprendiendo a caminar, sino también padres que hablaban de no tener dinero para medicinas, maestros que trabajaban sin recursos, y jóvenes que, por primera vez, se atrevieron a contar en vivo cómo el Teletón les cambió la vida. La campaña no solo recaudó dinero —recaudó esperanza—. Y esa esperanza llegó de todos lados: desde el estadio Nacional, donde cantantes como Mon Laferte y Francisca Valenzuela pusieron el alma en cada canción, hasta los barrios más alejados, donde vecinos organizaron ferias, rifas y hasta maratones de baile para juntar pesos. El compromiso de empresas, instituciones y hasta deportistas como Arturo Vidal, que apareció sin anunciarse, fue clave. No hubo fanfarrias, solo hechos.
La tecnología también jugó su parte: apps de donación, transmisiones en vivo desde centros de rehabilitación, y hasta bots que explicaban cómo usar el sistema de aportes. Nadie se quedó atrás. Ni los adolescentes que grabaron videos en TikTok con sus abuelos, ni los jubilados que llamaron por teléfono con su pensión para aportar. El Teletón no es un show. Es un espejo. Y en 2024, Chile se miró y decidió que no iba a dejar a nadie atrás. Lo que sigue no son solo cifras, son vidas que ahora tienen acceso a terapias, sillas de ruedas, audífonos y, lo más importante, la certeza de que no están solas.
En esta recopilación, encontrarás reportajes reales, entrevistas inéditas y momentos que no se vieron en la tele pero que marcaron la diferencia. Desde quién donó su último billete hasta cómo se repartieron los fondos en cada región. No hay discursos vacíos. Solo lo que pasó, de verdad.