Los viajes, movimientos intencionales de personas entre lugares con propósito, ya sea por placer, necesidad o curiosidad. También conocidos como desplazamientos turísticos, son más que ir de un punto A a un punto B: son encuentros con culturas, tradiciones y cambios inesperados que marcan la vida. En Chile, donde la geografía abarca desde el desierto hasta la Patagonia, los viajes no solo se miden en kilómetros, sino en historias que se viven en el camino.
El turismo local y regional tiene un peso enorme: Potes, un pueblo en Liébana, Cantabria, que celebra su Feria de Santos con raíces medievales y atrae a cientos de visitantes cada año es un ejemplo de cómo lo auténtico sigue siendo imbatible. No se trata de resorts o paquetes todo incluido, sino de calles empedradas, olores de comida casera y gente que te recuerda que el mundo aún guarda rincones donde el tiempo se detiene. Mientras tanto, en Santiago, el Metro de Santiago, un sistema de transporte público que adapta sus horarios para eventos masivos como conciertos de Kendrick Lamar demuestra cómo la movilidad urbana se convierte en parte esencial de la experiencia del viajero, incluso cuando no sales de la ciudad.
Y no olvidemos que los viajes también se mueven por aire: cuando Latam Airlines, la aerolínea que conecta Chile con el mundo y que ha sido objeto de cambios de propiedad y estrategias comerciales vende participaciones o ajusta rutas, afecta directamente a quienes planean salir del país. Los viajes no son solo un lujo, son una red de decisiones económicas, políticas y sociales que se entrelazan con tu próxima escapada.
En esta colección, encontrarás historias reales de quienes se mueven: desde quienes asisten a ferias ancestrales hasta quienes esperan un vuelo en el aeropuerto de Santiago, pasando por los que viven el caos de un corte de agua que los obliga a cambiar sus rutinas. No hay recetas universales, pero sí patrones: la gente viaja por emociones, por necesidad, por curiosidad. Y aquí, cada noticia es un pedazo de ese viaje.