El hogar vintage de Carolina Soto: un paseo por sus memorias y pasiones

La cantante chilena Carolina Soto ha dejado a sus seguidores boquiabiertos tras su aparición en el programa 'La Divina Comida'. No solo por sus habilidades culinarias y carisma, sino por abrir las puertas de su hogar inspirado en un marcado estilo vintage. La remodelación de su casa refleja su amor por los detalles y la historia, en cada rincón de su sala se puede percibir un pedazo de su vida y de sus pasiones.

Una sala llena de arte y recuerdos familiares

Al entrar en la sala, lo primero que salta a la vista es un imponente cuadro que combina la esencia de dos icónicas figuras del arte y la cultura: Marilyn Monroe y Frida Kahlo. Este cuadro no solo embellece el espacio, sino que también destaca el eclecticismo que caracteriza los gustos de Carolina. Además, la sala está adornada con fotografías de sus padres y suegros, lo que añade un toque personal e íntimo al ambiente.

Otro elemento que no pasa desapercibido es la impresionante colección de vinos de su pareja, Antonio Vásquez, quien se dedica a la enología. Las botellas de vino, cuidadosamente ordenadas y expuestas, no solo representan el trabajo y la dedicación de Antonio, sino también una parte importante de la vida cotidiana de la pareja. Este rincón de vinos se convierte así en un testimonio de su amor compartido por el buen gusto y la celebración de la vida.

El santuario personal de Carolina: trajes y trofeos

El viaje por el hogar vintage de Carolina Soto no estaría completo sin una visita a su habitación personal, donde guarda con esmero una variada colección de trajes y disfraces. Cada indumentaria cuenta una historia, especialmente el llamativo chaquetón amarillo que recuerda al legendario Freddie Mercury. Esta prenda, entre otras, refleja el espíritu versátil y camaleónico de Carolina en el escenario.

Pero los trajes no son los únicos tesoros que atesora en esta habitación. La estancia está llena de trofeos y recuerdos de sus años en México, un país que dejó una huella imborrable en su carrera. Entre ellos, destaca el trofeo del programa de televisión 'Rojo fama contra fama', un logro significativo que lanzó su carrera al estrellato. Además, Carolina ha decorado la habitación con calaveras pintadas, muy representativas de la cultura mexicana, que tienen un enorme valor sentimental para ella.

Una conexión con el pasado y el arte

Los elementos decorativos que Carolina ha elegido para su casa no son meras piezas de adorno; cada uno cuenta una historia que se enlaza con algún momento de su vida. Las calaveras pintadas, por ejemplo, no solo son un reflejo de su estancia en México, sino que también simbolizan su conexión con la rica tradición del Día de los Muertos, una festividad que aprendió a apreciar y respetar durante su tiempo en tierras aztecas.

El cuadro de Marilyn Monroe y Frida Kahlo, por su parte, puede ser interpretado como una representación de los contrastes y las complejidades de la vida. Marilyn, símbolo de la sensualidad y el glamour hollywoodense, y Frida, icono del arte y la resistencia femenina, juntas en una misma pieza, reflejan la diversidad de influencias que han moldeado la carrera y la personalidad de Carolina.

El hogar como un refugio lleno de historias

Carolina Soto ha sabido convertir su hogar en un verdadero refugio lleno de historias, memorias y objetos con inmenso valor sentimental. Su estilo vintage no es solo una elección estética, sino una manera de rendir homenaje a las personas y experiencias que han formado parte de su vida. Su pareja, Antonio Vásquez, con su pasión por la enología, añade una dimensión extra a este hogar único, donde cada botella de vino cuenta también una historia de dedicación y amor por el detalle.

Con cada rincón de su casa, Carolina nos invita a conocer un poco más sobre su vida y su trayectoria. Desde las fotografías familiares hasta los trajes de escenario, pasando por los trofeos y las decoraciones mexicanas, todo en su hogar tiene su razón de ser y su propio relato. En medio de este entorno cuidadosamente cuidado, Carolina Soto sigue brillando como una de las figuras más queridas y versátiles del panorama artístico chileno.

La vida tras bambalinas

Mostrar su casa no solo ha sido un gesto de cercanía hacia sus seguidores, sino también una ventana a la vida de una artista lejos del escenario. En su hogar, Carolina Soto se muestra como una persona llena de recuerdos y sentimentalismo, con un gusto muy definido por lo vintage y una profunda conexión con su pasado y con las personas que la han acompañado en su camino.

La aparición de Carolina en 'La Divina Comida' no solo ha evidenciado sus habilidades culinarias y su carisma natural, sino también su capacidad para crear un hogar que refleja su esencia y sus amores. Este recorrido por su casa no es solo un paseo por un lugar físico, sino una inmersión en la vida de una artista que se ha ganado el cariño del público a través de los años.

Carolina Soto, con su hogar vintage, su pareja enólogo y sus innumerables memorias, nos demuestra que la historia de una persona no solo se cuenta en los grandes escenarios, sino también en los espacios más íntimos y personales.