Un arranque sin fisuras para la defensa
El 25 de septiembre de 2025, el Diamond Court de Beijing volvió a ser testigo de la potencia del tenis italiano. El semillero número uno del draw, Jannik Sinner, tomó la pista contra el croata Marin Cilic y, en menos de dos horas, cerró el encuentro por 6‑3 6‑4. No había rastro de dudas: el joven de 22 años había regresado tras la final del US Open y, con la mirada puesta en el título que conquistó en 2023, mostró que el cansancio era solo una palabra que no pertenecía a su vocabulario.
El italiano, cuyo récord en el China Open ya alcanzaba 10 victorias y una sola derrota, dominó los intercambios desde el saque. Su devolución de segunda sirve, la mejor de la temporada en el ATP, se convirtió en el arma decisiva; cada vez que Cilic servía el segundo balón, Sinner lo respondía con golpes profundos que obligaban a errores o a devoluciones defensivas. La diferencia en la estadística de rupturas fue clara: Sinner rompió cuatro veces, mientras que Cilic sólo logró una.
Más allá de los números, la actuación de Sinner fue una clase magistral de movimiento y táctica. Su cobertura de pista le permitió tomar la pelota en posición alta y lanzar tiros que combinaban potencia y placement. En los momentos críticos, el italiano mostró una madurez táctica que suelen poseer jugadores con varios años de experiencia en el circuito.

Cilic y su temporada difícil
Marin Cilic, campeón del US Open en 2014, llega a Beijing como el número 97 del ranking y con una campaña marcada por salidas tempranas. El croata intentó emplear su juego de fondo sólido y la variedad de sus tiros, pero el ritmo y la agresividad de Sinner le dejaron poco espacio para improvisar. Tras un comienzo razonable en el primer set, que incluyó una breve ventaja de 3‑2, Cilic no pudo mantener la presión y cedió el control.
Este resultado se suma a una serie de decepciones en torneos clave: semifinales perdidas en Miami, eliminaciones en cuartos de Roland Garros y una primera ronda en el Masters de Madrid. A sus 34 años, el veterano reconoce que la consistencia física ya no es la misma y que la velocidad del juego actual le exige reinventarse.
Sin embargo, Cilic no se quedó sin recursos. Logró colocar algunos voleas y dejadas que dejaron entrever la elegancia de su estilo, recordando a los aficionados sus mejores momentos en la pista. Aun así, la diferencia de nivel fue demasiado grande para que el croata pudiera revertir el marcador.
Con la victoria, Sinner avanza a octavos de final del ATP 500 de Beijing, donde se enfrentará al ganador del duelo entre un joven promesa local y un jugador experimentado del circuito asiático. El italiano, defensor del título 2023, entra como gran favorito, pero la ruta no será fácil: la temporada asiática suele presentar condiciones de humedad alta y superficies rápidas que ponen a prueba la resistencia mental y física de cualquier competidor.
Para el público chino, el espectáculo ha sido un recordatorio de por qué Sinner está considerado una de las futuras leyendas del tenis. Su capacidad de combinar potencia, precisión y visión estratégica lo convierte en una amenaza constante para cualquier rival. Los seguidores de la ATP esperan con ansia su próximo partido, mientras que Cilic se retira del torneo reflexionando sobre su futuro y la posibilidad de ajustar su calendario para volver a competir al máximo nivel.