El episodio en Río y la polémica de Patricio Yáñez
Durante el entretiempo del segundo partido de cuartos de final de la Copa Sudamericana, la historia tomó un giro inesperado. Lanús, con ventaja de 1-0 tras el primer encuentro, vio cómo la grada se transformaba en un campo de batalla entre sus seguidores argentinos y la policía brasileña. Los videos que rápidamente se viralizaron muestran a los agentes usando métodos que muchos calificaron de excesivos para contener a los hinchas.
Patricio "Pato" Yáñez, conocido por su estilo directo en el programa Deportes en Agricultura, no tardó en romper el silencio. Desde su micrófono, lanzó una serie de críticas mordaces contra la afición y los medios de su país, asegurando que los argentinos "siempre buscan escándalo en Brasil" y que les "gusta provocar situaciones y luego victimizarse".
El comentarista chileno subrayó que esta no es una ocurrencia aislada, sino que forma parte de un patrón que, según él, se repite cada vez que los equipos argentinos juegan en territorio brasileño. Su discurso, cargado de frustración, refleja una tensión latente entre ambas culturas futbolísticas.

Una temporada marcada por la inseguridad
El brote de violencia en Río no es el único caso que ha empañado la edición de este año. En los inicios del torneo, el encuentro entre Independiente y Universidad de Chile desencadenó otro episodio crítico. Los fanáticos chilenos fueron agredidos por seguidores locales en Argentina y, según testigos, recibieron escasa intervención policial, lo que se describió como una "linchadura pública".
Contrasta notablemente la respuesta de las fuerzas de seguridad: mientras que en Brasil la policía actuó con rapidez y fuerza, en Argentina la protección fue prácticamente nula. Este desequilibrio ha alimentado debates sobre la gestión de la seguridad en los estadios sudamericanos, donde la rivalidad deportiva a menudo se trasciende en enfrentamientos callejeros.El partido entre Lanús y Fluminense, a pesar del caos, siguió su curso y el equipo argentino avanzó a semifinales, eliminando al conjunto brasileño. La victoria, sin embargo, quedó opacada por la imagen de los jugadores observando desde el campo la pelea en las gradas, una escena que muchos aficionados recordarán mucho después del pitido final.
La polémica alimentada por Yáñez ha reavivado la discusión sobre la responsabilidad de los hinchas, los medios y las autoridades. Algunas voces en el fútbol sudamericano piden una normativa más estricta y una coordinación binacional para evitar que episodios como este se repitan. Otros, sin embargo, consideran que la crítica del comentarista escapa a la objetividad y que la generalización sobre los argentinos no ayuda a encontrar soluciones.
Mientras los clubes y organismos continentales evalúan medidas, la violencia fútbol sigue siendo un tema candente. La presión de los seguidores, la cobertura mediática y la respuesta policial se entrelazan en una trama que, si no se controla, podría seguir costando la imagen del deporte rey en la región.