Cuando Potes, el corazón de la comarca de Liébana en Cantabria, anunció la celebración de la Feria de SantosPotes el 2 de noviembre, la tradición medieval volvió a brillar entre los picos de los Picos de Europa. El evento, que lleva vigente desde un privilegio real concedido por Juan I de Castilla el 30 de julio de 1379, combina el intercambio ganadero con música folklórica, gastronomía local y concursos artesanales, atrayendo a cientos de visitantes que buscan una experiencia auténtica de montaña.

Antecedentes históricos: de privilegio real a fiesta turística

En aquel siglo XIV, el monarca castellano firmó un real decreto en Burgos que establecía un mercado periódico para agricultores y ganaderos de la zona. La finalidad era clara: crear un punto de encuentro comercial que favoreciera el desarrollo de la comarca. Durante los siglos siguientes, la Feria de Santos se mantuvo como una cita esencial para el trueque de cabras, quesos y lana, aunque la estructura del mercado cambió según la evolución de la economía rural.

El salto a la categoría de Fiesta de Interés Turístico Regional llegó en 2018, cuando la Consejería de Cultura y Turismo de Cantabria reconoció el valor patrimonial del evento. Desde entonces, la gestión se ha profesionalizado: se incorpora programación cultural, la señalización se moderniza y se crea una campaña de promoción que pone en el mapa a Potes como destino de turismo rural.

La feria hoy: programa y oferta gastronómica

El día 2 de noviembre, las estrechas calles empedradas se convierten en un mercado al aire libre. Los puestos, más de ciento cincuenta, ofrecen productos típicos como el queso de Liébana, el sobao pasiego, la miel de brezo y los embutidos curados en ahumaderos tradicionales. Entre los expositores se encuentran artesanos que venden cestería de mimbre y cerámica de terracota, manteniendo viva la artesanía que se remonta a la Edad Media.

  • Degustación de sidra natural en la Plaza del Trigo.
  • Concurso de queseros: el jurado evalúa sabor, textura y origen del leche.
  • Presentación de danzas tradicionales de los Valles de Liébana.
  • Exhibición de ganado ovino y bovino, con premiación al mejor ejemplar.

«Esta feria es la oportunidad perfecta para que los visitantes prueben la auténtica gastronomía montañesa», comenta María Fernández, propietaria de la quesería “Cueva del Oso”. «Nosotros producimos con leche de ovejas que pastan libremente en los prados de los Picos, y cada año recibimos elogios de críticos gastronómicos internacionales».

Impacto económico y turístico

Según datos publicados por la Oficina de Turismo de Cantabria, la edición 2024 de la feria generó unos 1,2 millones de euros en ingresos directos, con una ocupación hotelera del 85 % en la zona. La mayoría de los visitantes provienen de comunidades autónomas como País Vasco, Castilla y León y, sorprendentemente, de Francia y Reino Unido, lo que evidencia el alcance transfronterizo del evento.

El alcalde de Potes, Javier García, señaló: «Cada edición reforza la dinamización del comercio local y crea empleo temporal para jóvenes del municipio. Además, la feria sirve como escaparate para que los productores regionales accedan a nuevos mercados».

El impulso turístico también beneficia a la conservación del entorno natural. Parte de los fondos recaudados se destinan a proyectos de mantenimiento de los senderos que cruzan los Picos de Europa, garantizando que la afluencia masiva no comprometa la biodiversidad.

Perspectivas y los retos de 2025

Perspectivas y los retos de 2025

Para el próximo año, los organizadores tienen varios objetivos: ampliar la oferta cultural con talleres de cocina tradicional, crear una ruta temática de “Sabores de Liébana” y reforzar la accesibilidad mediante transporte público desde Santander y Bilbao. Se contempla, además, la incorporación de tecnología digital para que los visitantes puedan seguir la programación en tiempo real mediante una app móvil.

Sin embargo, el reto principal será equilibrar la expansión con la preservación del carácter íntimo del evento. «No queremos que la feria se convierta en un espectáculo masivo que pierda su esencia», advierte la directora de la Oficina de Turismo de Cantabria, Laura Martínez. «La clave está en una gestión sostenible que respete tanto a los visitantes como a los residentes».

Cómo llegar y qué esperar

El acceso a Potes es sencillo: la carretera N-621 conecta la localidad con Santander (a 115 km) y con la autopista A-8. Para los amantes del tren, la estación de Reinosa ofrece servicios de Renfe que llegan a la parada de Potes en menos de dos horas. Además, el servicio de autobús intermunicipal “Liébana Express” opera horarios especiales los días de la feria.

Los visitantes deben llevar calzado cómodo, ya que gran parte del recorrido se realiza sobre adoquines. El clima en noviembre es frío y húmedo, con temperaturas que rondan los 8 °C, por lo que se recomienda ropa de abrigo y una chaqueta impermeable.

Preguntas frecuentes

¿Qué impacto económico tiene la Feria de Santos en Potes?

En 2024 la feria generó alrededor de 1,2 millones de euros en ingresos directos y elevó la ocupación hotelera al 85 %. Además, cientos de puestos temporales crearon empleo para jóvenes locales, impulsando la economía del municipio.

¿Cómo puedo llegar a Potes para asistir a la feria?

Se puede llegar en coche por la N‑621 desde Santander (115 km) o Bilbao (150 km). También hay trenes de Renfe que llegan a Reinosa y un servicio de autobús intermunicipal llamado “Liébana Express” con horarios ampliados los días de la feria.

¿Qué actividades destacan durante la Feria de Santos?

Además del mercado de productos artesanales, la feria incluye concursos de queso y embutidos, exhibiciones de ganado ovino y bovino, presentaciones de música folklórica, danzas tradicionales y degustación de sidra natural en la Plaza del Trigo.

¿Cuál es el origen histórico de la Feria de Santos?

El origen se remonta al 30 de julio de 1379, cuando Juan I de Castilla concedió un privilegio real que estableció un mercado periódico para agricultores y ganaderos de la comarca de Liébana. Desde entonces, la feria ha evolucionado pero mantiene su esencia de intercambio comercial.

¿Qué novedades se esperan para la edición de 2025?

Los organizadores planean incluir talleres de cocina tradicional, una ruta temática de “Sabores de Liébana" y una aplicación móvil que permitirá seguir la programación en tiempo real. También se reforzará la accesibilidad con más servicios de transporte público.

9 Comentarios

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    José Tomás Novoa Matte

    octubre 21, 2025 AT 22:28

    Los recursos financieros que la Junta de Cantabria asigna a la Feria de Santos son objeto de un círculo de opacidad que no se explica con la simple lógica de desarrollo turístico. Cada año se justifica el gasto en base a la supuesta generación de empleo, pero los informes de auditoría revelan desvíos hacia proyectos de infraestructura que no guardan relación directa con la actividad ferial. Además, se observa una coincidencia sospechosa entre la ampliación de la app móvil y la contratación de empresas vinculadas a intereses particulares. En un entorno donde la transparencia es escasa, resulta inevitable sospechar que la feria sirve también como fachada para la consolidación de redes de poder. Por tanto, los ciudadanos deberían exigir una rendición de cuentas exhaustiva.

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    Cristián Franco

    octubre 27, 2025 AT 16:04

    La Feria de Santos es un ejemplo brillante de cómo la tradición puede convertirse en motor económico sin perder su esencia. Los datos demográficos muestran un aumento del 12 % en la ocupación hotelera, lo que confirma el impacto positivo en la comunidad. El programa cultural, con talleres de cocina y demostraciones artesanales, enriquece la oferta turística y fomenta la participación local. Es indiscutible que la continuidad del evento fortalece la identidad de Liébana y posiciona a Potes en el mapa nacional. ¡Sigamos impulsando este proyecto con la energía que merece!

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    Josemiguel quiroz vega

    noviembre 2, 2025 AT 09:41

    Vamos, que la feria es una oportunidad k no se debe subestimar. El entorno de los Picos de Europa k aporta un encanto natural que complementa perfectamente la oferta gastronómica. Mantener la autenticidad es clave, y los organizadores lo están logrando sin perder la esencia local. Ánimo a todos los que colaboran para que siga creciendo.

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    mario casanova salinas

    noviembre 8, 2025 AT 03:17

    Según la Oficina de Turismo, la edición 2024 generó 1,2 millones de euros en ingresos directos y elevó la ocupación hotelera al 85 %. Además, se registraron más de 150 puestos de venta, incluyendo queserías, cestería y productores de miel. La inclusión de la ruta “Sabores de Liébana” permite a los visitantes seguir una hoja de ruta gastronómica estructurada. Los datos indican también que la proporción de visitantes internacionales alcanzó el 18 %, lo que evidencia la proyección exterior del evento.

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    Rodrigo Valdebenito

    noviembre 13, 2025 AT 20:54

    Otro festival más para llenar los bolsillos de los políticos.

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    Javiera Errázuriz

    noviembre 19, 2025 AT 14:30

    La supuesta “renovación” tecnológica parece más un pretexto para vender apps inútiles. En fin, la tradición sigue intacta… o no.

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    MARÍA IGNACIA JARA

    noviembre 25, 2025 AT 08:06

    Si bien muchos celebran la expansión de la Feria como una señal de progreso, es necesario adoptar una postura crítica respecto a la pérdida de intimidad que conlleva. La proliferación de actividades programadas, aunque atractiva en papel, puede diluir la esencia artesanal que definía la feria original del siglo XIV. Además, la presión de los inversores externos podría transformar la localidad en un simple escenario comercial, reduciendo la participación genuina de los vecinos. No se trata de rechazar la modernidad, sino de equilibrar la balanza entre desarrollo y preservación. En este sentido, los talleres de cocina tradicional deben ser dirigidos por artesanos locales, no por chefs de cadena. La gestión sostenible también implica limitar el número de visitantes diarios para evitar la saturación de las infraestructuras. Finalmente, la comunidad debería decidir, a través de consultas abiertas, cuál es el camino que desea seguir, antes de que las decisiones sean impuestas desde la administración regional.

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    Boris Peralta

    diciembre 1, 2025 AT 01:43

    La feria muestra buen ánimo local. Los productos artesanales destacan.

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    Victor Mancilla

    diciembre 6, 2025 AT 19:19

    El análisis macroeconómico de la Feria de Santos revela un efecto multiplicador que supera los indicadores tradicionales de actividad comercial. Primero, la generación de empleo temporal impacta directamente en la tasa de desempleo local, reduciéndola en un 2,3 % durante la duración del evento. Segundo, el gasto de los visitantes se distribuye en varios sectores: hospedaje, restauración, transporte y comercio minorista, creando un patrón de consumo intersectorial. Tercero, la implementación de la aplicación móvil introduce un componente de digitalización que permite la recolección de datos de comportamiento del consumidor en tiempo real, facilitando modelos predictivos de demanda. Cuarto, la presencia de medios de comunicación regionales y especializados genera un alcance mediático que aumenta el índice de notoriedad de la marca territorial (brand awareness) en un 15 % según métricas de exposición. Quinto, la colaboración con productores locales fomenta la adopción de prácticas de certificación de origen, añadiendo valor añadido al producto (value‑added). Sexto, la dinámica de subasta y premiación del ganado estimula la inversión en genética ovina, elevando la productividad agropecuaria en la comarca. Séptimo, la actividad cultural, como los bailes tradicionales, ocurre dentro de un marco de preservación inmaterial que se traduce en indicadores de sostenibilidad cultural. Octavo, los flujos de visitantes internacionales impulsan la diversificación del mercado, reduciendo la dependencia de la demanda interna. Noveno, la recaudación parcial destinada a la conservación de senderos demuestra una estrategia de gestión de externalidades positivas. Décimo, la integración de transporte público mejorado disminuye la huella de carbono per cápita, alineándose con objetivos de sostenibilidad ambiental. Undécimo, la retroalimentación obtenida a través de encuestas post‑evento permite la calibración de la oferta para la edición siguiente, optimizando la relación coste‑beneficio. Duodécimo, la participación de jóvenes emprendedores en puestos de venta fomenta la generación de capital humano especializado. Decimotercero, el efecto de halo generado por la feria mejora la percepción de la región como destino de turismo de naturaleza, lo cual potencia la demanda de actividades complementarias como el senderismo. Decimocuarto, la sinergia entre organismos públicos y privados constituye un modelo de gobernanza colaborativa que puede ser replicado en otras comarcas. Decimoquinto, el monitoreo continuo de indicadores clave de rendimiento (KPIs) asegura la trazabilidad de los resultados y facilita la rendición de cuentas ante la sociedad. En síntesis, la Feria de Santos constituye un caso de estudio integral donde convergen factores económicos, sociales y ambientales que justifican su consolidación como motor de desarrollo sostenible.

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