Colección de vinos: lo que realmente importa y qué hay detrás de cada botella

Una colección de vinos, un conjunto de botellas seleccionadas con propósito, no solo por precio o etiqueta. Also known as acumulación de vinos, it is more than storage—it’s a story told in corks, labels, and decades of patience. No se trata de tener la botella más cara, sino de entender por qué cada una está ahí. ¿Es por el año de la cosecha? ¿Por el viñedo donde nació? ¿O porque lo probaste en un momento que nunca olvidarás?

En Chile, la enología, la ciencia y arte de hacer vino ha crecido sin ruido, pero con firmeza. Bodegas como Viña Errázuriz, Concha y Toro o Undurraga no solo exportan, sino que construyen legados. Una buena bodega, un espacio físico o mental donde se cuida, clasifica y celebra cada vino no necesita vitrinas de cristal. Puede ser un armario en el sótano, una estantería en la cocina, o incluso una lista en tu celular. Lo importante es que cada botella tenga un porqué.

La cata de vinos, el acto de probar con atención, no solo con el paladar, sino con la memoria y los sentidos no es un ritual para expertos. Es un hábito que cualquiera puede empezar hoy. ¿Notaste que un Malbec de 2018 te recordó a una cena en Valparaíso? Eso es colección. ¿Guardaste una botella de Cabernet Sauvignon que probaste en el lanzamiento de una nueva etiqueta y ahora, cinco años después, la abres con amigos? Eso es historia. No necesitas un sommelier ni un termómetro de vino. Solo necesitas curiosidad y un poco de paciencia.

En esta recopilación, no encontrarás listas de los 10 vinos más caros del mundo. Tampoco te vamos a vender un libro de etiquetas. Aquí encontrarás historias reales: el vino que cambió la carrera de un enólogo en Maule, la bodega familiar que resistió el incendio, el lanzamiento que nadie esperaba pero que se volvió leyenda. Cada nota que aparece aquí está ligada a una botella que alguien decidió guardar, no por inversión, sino por emoción. Y eso es lo que realmente define una colección de vinos: no cuántas tienes, sino por qué las guardas.

La cantante chilena Carolina Soto mostró su hogar remodelado con una temática vintage en un episodio de 'La Divina Comida'. Su sala está adornada con un cuadro de Marilyn Monroe y Frida Kahlo, mientras que su pareja, el enólogo Antonio Vásquez, exhibe una extensa colección de vinos. Además, la habitación de Carolina está llena de trajes variados, trofeos y recuerdos de su etapa en México.