El CONAF, Corporación Nacional Forestal, es el organismo público de Chile encargado de proteger, gestionar y restaurar los bosques nativos, parques nacionales y áreas silvestres. También conocida como Corporación Nacional Forestal, es la primera línea de defensa contra los incendios forestales, la deforestación y la pérdida de biodiversidad en todo el país. Si vives en Chile, especialmente en zonas como La Araucanía, Biobío o Magallanes, lo que hace CONAF no es algo lejano: es lo que te protege cuando el viento sopla fuerte y el humo llega a tu ventana.
CONAF no solo apaga fuegos. Su trabajo empieza mucho antes: con vigilancia en los parques, con campañas de prevención en escuelas, con cortafuegos construidos en zonas de riesgo y con el monitoreo constante de condiciones climáticas. En 2023, por ejemplo, gestionó más de 12.000 incendios en todo el territorio nacional. No todos fueron grandes, pero muchos empezaron por un cigarro mal apagado, un fogón mal controlado o un desecho de agricultura. Aquí no se trata de culpa: se trata de que alguien esté ahí para actuar rápido. Y ese alguien es CONAF, con sus equipos en terreno, sus aviones, sus helicópteros y sus guardaparques que pasan días sin dormir.
El manejo de bosques, la estrategia de conservación y uso sostenible de los ecosistemas forestales es otra de sus funciones clave. No se trata de dejar todo natural, sino de equilibrar: permitir que las comunidades usen recursos de forma responsable, proteger especies en peligro como el araucaria o el pudú, y recuperar zonas quemadas. Y no lo hace solo: trabaja con municipios, comunidades indígenas y voluntarios. En Valparaíso, por ejemplo, vecinos de la zona alta ayudan a vigilar senderos. En La Araucanía, mapuches participan en la restauración de bosques nativos con técnicas ancestrales. Es un trabajo colectivo, y CONAF es el puente.
La prevención de desastres, el conjunto de acciones para reducir riesgos ante eventos naturales como incendios, aluviones o sequías también está en su ADN. Cuando Senapred hace simulacros de tsunami en Valparaíso, CONAF está allí, evaluando el impacto en los bosques costeros, limpiando zonas de riesgo, asegurando que los caminos de evacuación no estén bloqueados por árboles caídos. No es un trabajo de temporada: es un trabajo de todos los días, en todas las regiones, con recursos limitados y una presión creciente por el cambio climático.
Lo que encontrarás aquí no son solo noticias de incendios grandes. Son historias de cómo CONAF responde, cómo se prepara, cómo falla y cómo se levanta. Hay reportes de evacuaciones en La Florida, de corte de agua en Macul por riesgos de incendio, de simulacros en Valparaíso, de la lucha contra la deforestación en el sur. Todo esto se conecta. Porque cuando un bosque se quema, no se pierde solo árbol: se pierde aire limpio, agua pura, vida silvestre y seguridad para miles de personas. Y detrás de cada respuesta, hay un equipo de CONAF que no se rinde.