Finalistas, personas o equipos que alcanzan la última etapa competencial antes del campeón. También conocidos como aspirantes al título, son los que aguantaron el peso de la presión, superaron eliminatorias y llegaron donde pocos llegan: al borde del podio. No todos ganan, pero ser finalista ya es una victoria. En el Shanghai Masters, los primos Rinderknech y Vacherot hicieron historia al ser los primeros familiares en llegar a una final de Masters 1000. En el Davis Cup, João Fonseca logró una remontada épica frente a Tsitsipas, con Novak Djokovic mirando desde la tribuna. Y en el Copa Sudamericana, Universidad de Chile volvió a las semifinales después de 14 años, enfrentando a Lanús con la mira puesta en el título.
Los finalistas no solo están en el deporte. En la política, María Corina Machado fue finalista del Nobel de la Paz 2025 —no ganó el premio, pero su nominación cambió el foco internacional sobre Venezuela. En la cultura, Ivana Baquero regresó al cine español como finalista de la lista de Netflix con ‘La viuda negra’, donde interpretó a una mujer que manipuló todo para matar. En el fútbol, América de Cali estuvo cerca de salir de su crisis con una victoria agónica, pero aún no logró romper el ciclo. Ser finalista no es perder: es demostrar que puedes estar entre los mejores, aunque no estés arriba.
Lo que une a todos estos finalistas es la misma tensión: un solo paso para el título, un solo error para caer. En Chile, el Metro de Santiago extendió sus horarios para llevar a miles a un concierto de Kendrick Lamar, donde el público fue finalista de una noche inolvidable. En Potes, la Feria de Santos 2025 tuvo a cientos de visitantes como finalistas de una tradición medieval que no se borra. Y en La Florida, 193 familias fueron finalistas de un desalojo que nadie quería, pero que el alcalde ordenó. Aquí no hay solo ganadores. Hay gente que luchó hasta el final, y eso vale más que un trofeo.
Lo que encontrarás a continuación son historias reales de quienes llegaron hasta el límite: en el campo, en la justicia, en la música, en la calle. No son victorias completas, pero sí momentos que marcaron. Porque a veces, lo más fuerte no es ganar… sino no rendirse antes de la última jugada.
mar, 13 2025