When you think of modern rap, you think of Kendrick Lamar, un rapero estadounidense que transformó el hip-hop con letras profundas, estructuras complejas y mensajes sociales sin filtros. También conocido como K.Dot, no solo canta: cuenta historias de Compton, de la violencia, de la identidad negra y de la redención, y lo hace con una técnica que pone a muchos en aprietos. No es solo un artista, es un fenómeno cultural que ha ganado Grammys, ha sido estudiado en universidades y ha inspirado a generaciones enteras a pensar antes de hablar.
Lo que lo hace diferente no es solo su voz, sino su capacidad para conectar lo personal con lo colectivo. Sus álbumes como DAMN. o To Pimp a Butterfly no son solo discos: son documentos de una época. En ellos, mezcla jazz, funk, poesía y espiritualidad, y lo hace sin perder el ritmo. Mientras otros buscan tendencias, él las redefine. Su influencia llega más allá de las listas: ha cambiado cómo se hace rap en Estados Unidos y en Latinoamérica. Artistas como Bad Bunny, J Balvin o incluso jóvenes que no hablan inglés lo citan como referencia. Y cuando habla de justicia, de racismo o de fe, la gente escucha —porque sabe de lo que habla.
En Chile, aunque no es tan mainstream como otros nombres, su nombre aparece en discusiones de jóvenes que buscan más que beats. Sus canciones se escuchan en bares de Santiago, en talleres de poesía urbana, en protestas donde se canta en voz alta. No es solo música: es un llamado a la conciencia. Aquí encontrarás noticias sobre sus nuevos proyectos, sus apariciones en festivales, sus colaboraciones, y cómo su legado sigue creciendo. No importa si lo conoces desde el principio o si acabas de escucharlo: lo que viene abajo te va a conectar con lo que realmente importa en su arte.