Liébana, una comarca montañosa en el corazón de Cantabria, España, conocida por su cultura ancestral, su queso y su resistencia al cambio. También se la reconoce como la tierra del queso azul más auténtico del país, donde las familias aún guardan recetas de hace dos siglos y las fiestas no se celebran con luces LED, sino con fuego de leña y cantos de voces viejas. Aquí, el tiempo no corre como en las ciudades: se respira. Y eso se nota en todo: en cómo se cosecha la patata, en cómo se crían las vacas en los pastos altos, en cómo los abuelos aún recuerdan los nombres de los caminos que ya no aparecen en los mapas.
Liébana no es solo un lugar en un mapa. Es un entorno cultural, un sistema vivo de costumbres, lenguaje y memoria colectiva que se transmite de generación en generación. Sus fiestas, como la Romería de San Juan de la Peña o el Día de la Cebolla, no son eventos turísticos: son actos de supervivencia identitaria. Y en los últimos años, ha vuelto a estar en el centro de atención por proyectos que buscan proteger su patrimonio: desde la recuperación de rutas de pastoreo hasta la digitalización de sus cantos populares. También ha sido escenario de debates nacionales sobre el abandono rural, la energía sostenible y el futuro de las comunidades pequeñas.
La cultura popular, la expresión viva de las tradiciones orales, musicales y gastronómicas de Liébana ha resistido incluso cuando nadie la miraba. Hoy, jóvenes que se fueron a estudiar a Madrid o Barcelona vuelven con ideas nuevas, pero con el corazón en la montaña. No vienen a cambiarlo todo: vienen a cuidarlo. Y eso se refleja en las noticias que llegan de allí: no son grandes titulares, pero sí historias reales, con nombres y apellidos.
En esta colección, encontrarás reportajes sobre quienes viven en Liébana, los eventos que la mueven, los problemas que enfrenta y las soluciones que nacen de dentro. No hay tonterías ni sensacionalismo. Solo lo que importa: personas, tierra y raíces. Lo que viene a continuación no son solo noticias. Son testimonios de una región que sigue respirando, aunque el mundo la ignore.