Patrimonio intangible: tradiciones, costumbres y herencias vivas de Chile y el mundo

El patrimonio intangible, conjunto de prácticas, expresiones, conocimientos y habilidades que las comunidades reconocen como parte de su herencia cultural. También conocido como patrimonio cultural inmaterial, es lo que no se guarda en museos, sino que se vive, se canta, se cocina y se transmite de generación en generación. No son edificios ni objetos antiguos, sino las cosas que hacen que una cultura sea única: el cueca en una fiesta de la vendimia, el canto de los pescadores en Chiloé, el arte de tejer ponchos en la Araucanía, o el ritual de la Fiesta de la Tirana. Son tradiciones que no se enseñan en libros, sino en el hogar, en la plaza, en el taller o en el caminante que lleva el tambor en una procesión.

Este tipo de patrimonio está ligado directamente a la comunidad, grupo de personas que comparten una práctica cultural y la mantienen viva mediante la transmisión oral y la participación colectiva. Sin gente que lo practique, el patrimonio intangible se pierde. Por eso, cuando una abuela enseña a su nieta a hacer empanadas de pino con la receta de su madre, o cuando un grupo de jóvenes en Valparaíso rescata el baile del cueca en un festival callejero, están protegiendo algo más que una costumbre: están defendiendo su identidad, el sentido de pertenencia que une a una gente con su historia, su lengua y sus rituales. En Chile, esto incluye desde el arte del toqui en la cultura mapuche hasta el uso del habla coloquial en los barrios de Santiago, pasando por las fiestas de la Virgen del Carmen en el norte y las danzas de los diablos en la Región de Coquimbo.

Lo interesante es que el patrimonio intangible no es estático. Se adapta. Las nuevas generaciones lo reinterpretan, lo mezclan con otras influencias, lo llevan a las redes. Pero sigue siendo auténtico mientras la comunidad lo reconozca como suyo. Por eso, en esta colección encontrarás historias que van desde festivales ancestrales en Liébana hasta rituales modernos que surgen en las ciudades. No son solo noticias de eventos: son testimonios de cómo la cultura sigue viva, incluso en medio del cambio. Aquí no solo se habla de lo que se celebra, sino de quiénes lo mantienen vivo, por qué lo hacen y cómo lo están transformando.

Una intervención cultural llevó la tradición del Canto a lo Poeta al Metro de Santiago, celebrando el Día Nacional de la Cultura Popular y Tradicional. Poetas vivos y reconocidos ofrecieron versos en décimas, mientras distribuían un libro que recrea el primer libro de la Biblia. La acción busca preservar la manifestación oral y proyectarla a la UNESCO.